La Comisión RACC para el Estudio de la Problemática de los jóvenes y la seguridad vial ha formulado una serie de propuestas y recomendaciones bajo las premisas de ante esta problemática actuar es posible; es rentable y que no existe una solución única, por lo que se requiere de la implicación de todos, sin criminalizar el colectivo de jóvenes. En este sentido las propuestas planteadas a la opinión pública son las siguientes: 1) Mejorar la información disponible; Se reclama que desde los organismos públicos responsables se elabore y se ponga a disposición de la opinión pública la máxima información posible relativa a las causas, la tipología, los factores concurrentes y las consecuencias de los accidentes que impliquen a jóvenes conductores. Así mismo, es necesario que esa información se presente desagregada por territorios, a nivel de Comunidades Autónomas y de grandes ciudades, al objeto de facilitar un seguimiento más detallado de la misma. 2) Promover campañas de concienciación; La Administración y los demás agentes implicados deben llevar a cabo campañas, dirigidas específicamente a los jóvenes, que expliquen los riesgos de la conducción y refuercen el prestigio social entre los jóvenes de las actitudes prudentes y responsables. 3) Educar desde la infancia; La Comisión propone incorporar los contenidos de educación vial y movilidad en el currículo escolar. La Ley Orgánica de Educación abre oportunidades importantes en este sentido que hay que materializar. 4) Introducir la conducción acompañada; Es necesario estudiar la posibilidad de que los jóvenes puedan ir adquiriendo experiencia en la conducción antes de obtener el permiso de conducir. Ello podría ayudar a reducir la alta tasa de accidentalidad que se observa inmediatamente después de obtener el permiso. 5) Modificar el sistema de examen para obtener la licencia para conducir ciclomotores; Los requisitos de obtención de la licencia de ciclomotores deberían igualarse a los que se exigen para la obtención del permiso de conducción. Así se ayudaría a mejorar la aptitud de los jóvenes conductores de ciclomotores y a aumentar su sentido de la responsabilidad. 6) Fijar un límite cero para la tasa de alcohol en sangre de los conductores noveles; Está demostrado que el consumo de alcohol afecta mucho más a los conductores jóvenes que a los mayores, configurándose así como un riesgo añadido a las ya altas tasas de riesgo que soportan los jóvenes por su falta de experiencia. La fijación de ese límite cero es una medida sencilla y transparente que, además, evitaría muchas dudas respecto a la capacidad de conducir dentro de la legalidad. 7) Ampliar la oferta de transporte público; Es necesario que, sobre todo durante la noche y los fines de semana, exista una oferta de transporte público suficiente que facilite un regreso seguro de los jóvenes a sus hogares. 8) Ayudar a las víctimas; Esta ayuda se materializaría con la creación de un Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico. Asimismo, es imprescindible mejorar el apoyo psicológico que se da a las víctimas y asegurar que, sobre todo en la fase de rehabilitación, reciben un tratamiento adecuado. Es necesario reforzar, también, los mecanismos de reinserción social y laboral de los accidentados de tráfico. 9) Elaborar un Pacto de Estado; La Comisión RACC propone, en definitiva, un Pacto de Estado y Sociedad para una movilidad más segura de los jóvenes. Asimismo la Comisión considera que en este Pacto de Sociedad deben involucrarse todos aquellos actores que son relevantes para facilitar una solución adecuada al problema planteado. Los jóvenes, en primer lugar, pero también los padres, los medios de comunicación, el mundo académico y educativo, las instituciones preocupadas de forma genérica con asuntos sociales y públicos, etc. En este sentido, la propia Comisión continuará trabajando, por diversas vías para dar contenido a las propuestas hechas con el objetivo último de reducir la tasa de accidentalidad en carreteras que afecta a los jóvenes.
Abstract