Conocer el estado y la evolución de la siniestralidad vial, tanto en España como en los países que nos son próximos, es el mejor camino para intentar mejorarla. Parece lógico pensar que si el trafico tiene cada vez mas un fuerte y marcado carácter internacional, las medidas de seguridad y los datos en que los estudios se basan para su adopción tambien han de tenerlo. Disponer de la información mas amplia y actualizada es el elemento primordial por el que trabajan estadísticos e investigadores. Y, aunque existen muchas vías de intercambio de información, en el seno de las organizaciones internacionales se hizo patente la necesidad de crear bases internacionales de accidentes que facilitaran el acceso ágil y fluido a los datos disponibles. Entre las existentes cabe destacar la base de datos CARE y la base de datos IRTAD o BICAR (Base de datos Internacional sobre el Trafico y los Accidentes en la Carretera). Si bien es cierto que un análisis nacional de la evolución de la siniestralidad es claramente necesario para explicar el comportamiento de los diferentes aspectos que acompañan a aquella, una perspectiva geográfica mas alla de nuestras fronteras aportara una visión mas amplia y realista de la problemática. Sin embargo, cuando los sistemas de trabajo no son siempre los mismos, ni la recogida de la información a partir de la cual se elaboran las estadísticas lo es, toda comparación ha de ir precedida de cuantas reservas sean necesarias y del análisis prudente de los datos y sus combinaciones.(A).
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